jueves, 30 de julio de 2009

Los carísimos taxis de Ibiza

Un estudio de Facua desvela que sólo Tarragona y San Sebastián tienen precios superiores. La bajada de bandera es el doble de cara que la media nacional
El servicio de taxi de Eivissa, entre los más caros de toda España
Las tarifas de taxi de Eivissa figuran entre las más altas de España. Facua-Consumidores en Acción ha realizado un análisis comparativo de los precios de este tipo de transporte en 41 ciudades en el que ha medido parámetros como la bajada de bandera y el precio del kilómetro recorrido, tanto en horario diurno como nocturno. Comparando estos datos con las tarifas oficiales aprobadas por el Govern, los precios locales tan sólo son superados por Tarragona y San Sebastián.
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miércoles, 29 de julio de 2009

Pujol dice que la Generalidad debe pedir perdón por las atrocidades cometidas durante la Guerra Civil


En Cataluña se mató a mucho más gente de derechas.
Jordi Pujol no ha tenido inconveniente en admitir que la Generalitat de Cataluña debiera pedir perdón por las tropelías y loa asesinatos cometidos.
Y con Ibiza tiene una deuda muy gruesa que saldar. O dicho de otra manera, tienen muchos motivos, más de cien motivos, para pedir perdón y enfrentarse con la masacre cometida en el Castillo al anochecer del 13 de septiembre de 1936. Y durante todo el mes en que estuvieron enseñoreándose de la isla.

martes, 28 de julio de 2009

La guerra de las lenguas cada vez más infectada

Luis María Anson, periodista y miembro de la Real Academia de la Lengua

"Es lamentable que se estimule lo que ofende al español para proteger el catalán"

Luis María Anson, periodista y académico de la lengua española, compara la situación de persecución del castellano en Cataluña con la que Franco hizo con el catalán. "La voracidad de los partidos nacionalistas no tiene límite", asevera Anson

viernes, 24 de julio de 2009

La guerra de las lenguas es un invento de una minoría para vivir del prójimo

Enrique de Diego, Plataforma Clases Medias

"La imposición lingüística es un invento de castas parasitarias"

"El conflicto lingüístico ha sido inventado por políticos y por grupos pseudo culturales que necesitan vivir de los demás". Enrique de Diego preside la Plataforma de las Clases Medias, que acudió a la manifestación contra la imposición lingüística, celebrada en Palma de Mallorca.

martes, 21 de julio de 2009

Estamos importando “técnicas abertzales” inéditas en nuestra tierra, por Antonio Alemany Dezcallar

· Hay toda una infraestructura muy pensada tras las técnicas terroristas de disuasión o incitación de la que han sido maestros los dos únicos abertzalismos que hemos padecido en la democracia: el terrorismo vasco y el fascismo catalanista, cuyas puntas de lanza han sido ETA y Terra Lliure. El proceso es sabido: un o unos medios de comunicación que denuncian y señalan los objetivos, una primera acción directa que individualiza y concreta el “objetivo” mediante pintadas en domicilios con iconos o leyendas expresivas sobre las futuras víctimas para, finalmente, la acción física en forma de agresiones, bombas-lapa o tiros en la nuca. Como trasfondo ambiguo y vergonzante- y, por ello mismo, repugnante- toda la teoría del árbol sacudido y las nueces recogidas.
· No es difícil detectar, aquí y ahora, la versión importada de estas técnicas: el lector puede hacerse una fácil composición del lugar, de los protagonistas y extraer las consecuencias que haríamos mal en banalizar. A los del Círculo Balear les pintaron unas “dianas”, tras una intensa campaña de prensa, por el nefando pecado de haber organizado una manifestación a favor del bilingüismo y la pacífica convivencia entre el catalán y el castellano. No han sido los únicos en ser “señalados” por los bárbaros. Ha habido más- campañas previas de prensa seguidas de pintadas- sujetos pasivos de estas acciones. Y basta leer algunas intervenciones en los “post” de algunos medios digitales en las que se ha postulado la eliminación física de los que no comulgan con el abertzalismo radical, sin que los responsables de estos medios- que son los mismos que han preparado el terreno- hayan censurado o filtrado la, de momento, inusitada violencia dialéctica.
· De momento, aquí, no se ha pasado a la acción directa criminal de ETA o Terra Lliure, pero sí a acciones disuasorias que, por lo menos, resultan inquietantes y que van desde las agresiones que impiden o boicotean- en la Universidad, por ejemplo- a conferenciantes que disgustan a estos neofascistas hasta las acciones directas y reiteradas en contra de una piscina por el simple hecho de que su concesionario dirige un periódico que disgusta a estos sujetos.
· En el fondo, nada nuevo. En las postrimerías del franquismo, por la noche, lanzaron un coctel molotov bajo mi coche aparcado frente a mi domicilio y el Tribunal de Orden Público- que no era ninguna broma- me procesó en tres ocasiones, amén de lanzar, en dos actuaciones, unos petardos contra el Diario de Mallorca que yo dirigía en aquellos tiempos. Las razones estaban, entonces, claras: el periódico defendía el advenimiento de la democracia y un régimen de libertades a través de un proceso consensuado - que es lo que fue la Transición- cuando muriera Franco. Lo que, desde luego, no me podía imaginar entonces es que las libertades que defendía iban a servir para que estos sujetos, a las primeras de cambio, atentaran contra dichas libertades, colocaran “dianas” en la sede del Circulo Balear, agredieran a todo cuanto no coincidiera con su discurso político, incorporaran las “técnicas abertzales” de la disuasión, contaran con un medio de expresión que cohesionara ideológica y políticamente a la tribu, pintaran de forma insultante la fachada de mi casa y se constituyeran en protagonistas de un fascismo redivivo de la peor especie.
Desde luego, quién me lo iba a decir.




Libertad Balear

sábado, 11 de julio de 2009

Cómo castigaban Ibiza (y toda la costa española) los moriscos


Guillermo de Orange cobró ánimos cuando, a los pocos meses de su derrotada revuelta inicial, en diciembre de 1568 estalló la rebelión morisca de las Alpujarras en la misma España. Aunque de momento no podía hacer nada, Guillermo señaló un año después: “Es un ejemplo para nosotros que los moros puedan resistir tanto tiempo aunque son gente sin más sustancia que un rebaño de ovejas. ¿Qué podría hacer entonces el pueblo de los Países Bajos? Veremos qué pasa si los moriscos aguantan hasta que los turcos puedan ayudarlos”. El caso probaba que el impresionante poder español tenía inesperados puntos flacos.

Los moriscos de Granada habían recibido en 1492 ventajas excepcionales, con la esperanza de que se cristianizasen; pero ellos confiaban en una vuelta de Al Ándalus, posibilidad mayor según crecía el dominio del mar por los turcos, uno de cuyos grandes designios era precisamente ese. Así, las concesiones iniciales nunca funcionaron como medio de integración, lo que no ocurrió, pues los moriscos no solo mantenían su

viernes, 10 de julio de 2009

Baleares sigue necesitando médicos

SANIDAD | Sobre todo pediatras

Las Islas, entre las comunidades con menos médicos por habitante

  • En el archipiélago hay 1,4 médicos asistenciales por cada 1.000 habitantes
  • Cuatro de cada diez médicos trabaja en el sector público


En las Islas faltan médicos. Es la principal conclusión que se rescata del informe sobre 'Demografía Médica' presentado por la Organización Médica Colegial (OMC). Según estos datos en Baleares hay 142,23 médicos por cada 100.000 habitantes, esto se traduce en 1,4 médicos asistenciales por cada 1.000 habitantes y tan sólo 124 pediatras para todo el archipiélago.

Derecho Foral de Ibiza, por José Cerdá Gimeno

Bien podría ser que quien esto suscribe fuere un iluso que creía, desde mi perspectiva de jubilado ya setentón y con pocas apetencias personales y un cierto distanciamiento brechtiano, que con esos muchos años uno había visto ya de todo. Craso error cuando uno mira esa nueva Ley que modifica el Derecho Foral de Ibiza (Ley 3/2009, de 27 de abril, del Parlamento de las Islas Baleares) y lo primero que se le ocurre a este lector es imaginar tres cosas: un buñuelo, un chiste dibujado de Gila y una historia más del Sr. K. ideado por Bertold Brecht. Veamos ahora el porqué o porqués de esas imágenes.
• Un buñuelo. El diccionario de la Real Academia Española define el buñuelo como «cosa hecha mal y atropelladamente» y también como una expresión coloquial para «hacer notar la inconsideración del que quiere que se haga una cosa sin dar el tiempo necesario».
Resulta patente a todos los ejercientes en el ámbito jurídico de las islas Pitiusas cómo en los años de un Régimen no democrático (en 1960 –muchos años antes de mi aterrizaje como notario de Formentera–, en 1972, 1973, 1975), la práctica o praxis forense vivida por mí había sido la de que fueren convocados todos los ejercientes profesionalmente en las islas en los distintos estamentos jurídicos (jueces, abogados, procuradores, notarios, registradores) –e incluso los prácticos no letrados– con la finalidad de escucharles y de que dieren su voz ante una materia o tema de actualidad a debatir. Por supuesto que la citada práctica había sido continuada en los años de la transición democrática y luego tras la vigencia de la Constitución de 1978 (1981, 1982, 1985). Con lo cual, con las reuniones que se estimaron necesarias y con votaciones democráticamente impecables, se había dado vigencia siempre actual a un principio universal consistente en que ante un mandato (ley, sentencia, sanción, reglamento, directiva, etc.) del poder legítimo lo que procede ante todo es dar debida audiencia a todos los afectados por la disposición soberana [nulla pena sine auditu].
En el presente caso de la Ley 3/2009, de 27 de abril, del Parlamento de las Islas Baleares, no solamente se ha prescindido de la tradicional forma de hacer entre nosotros conforme a la praxis habitual de las Pitiusas, sino que también se ha efectuado un atropello injustificado e ilegítimo al Derecho Foral de Ibiza. Además de ello, el pintoresco legislador ha incurrido en una serie de dislates y errores de bulto (jurídicos y no jurídicos) que más bien parecen obra de estudiantes de Derecho (malos, por cierto) y de lingüistas no juristas catalanistas, obra que suspendería en una clase práctica de cualquier Facultad de Derecho del Estado (también en las catalanas, por supuesto). Un análisis detenido de dicha Ley nos llevaría mucho tiempo y espacio, lo que ahora parece fuera de lugar.
Sin embargo, cabría apostillar y aludir a algunas lindezas que aquí resumo. Por ejemplo:
– Terminología inadecuada. Con el uso aparente de un sentido vulgar y no técnico (quizás derivado de lingüistas catalanistas inexpertos en Derecho), como las expresiones ´desheredamiento´ (¿del desheretament catalán?) en lugar de decir la desheredación legitimaria del Código Civil, o la de ´desistimiento´ (del dissentiment catalán?) en lugar de decir disenso [en Derecho se dice ´mutuo disenso´, pero nunca ´mutuo disentimiento´; una cosa es un ´desistimiento´ que es un acto siempre unilateral, y otra cosa es el ´mutuo disenso´ que obedece a un acuerdo o concurso de dos o más voluntades].
– Uso abusivo del término ´balear´. Resulta también curioso y pintoresco el abuso de este término por amplios sectores de la sociedad mallorquina, y desde luego obviamente por los políticos y dirigentes, en toda clase de materias, temas o puntos de evidente interés general: alimentación, comercio, Cámaras (¡sangrante, deshonesta e inmoral situación!), educación, justicia, puertos, transportes, sanidad, etc., etc. Uso y abuso ahora extendido al mundo del Derecho, no sólo en el Derecho Público, sino también en el Derecho Privado. Las Pitiusas vienen sufriendo esa imposición abusiva, ahora manifestada ampliamente en esa nueva ley ´balear´, uso que parece ser políticamente correcto. Pero una cosa es lo político, y otra cosa es lo técnico-jurídico.Y lo jurídico es tributario de la Lógica Elemental, que nos enseña que la identificación entre ´lo mallorquín´ y ´lo balear´ es un claro ejemplo de sofisma de falsa generalización, en el que se toma una parte (Mallorca) por el todo (Islas Baleares). Por lo tanto, ¡basta ya de ´balear! No nos engañen otra vez.
– Confusión metodológica y de sectores normativos distintos.
– Pretensión obsesiva uniformista sistemática: es decir, una implantación por la fuerza del Derecho sucesorio mallorquín (regido por antiquísimos principios romanos) como único derecho supletorio del Derecho sucesorio de las Pitiusas (regido en cambio por el Código Civil). Todo ello, sin prueba ni argumentación alguna.
– Confusión de planos y de principios. La identificación entre la soberanía política y la supletoriedad (en orden a un sector normativo) es errónea e infundamentada: la soberanía es tema constitucional; la supletoriedad se ubica en sede de fuentes de Derecho (eso está claramente previsto y dicho en el artículo 1º- párrafo 2º de la Compilación de Derecho Civil de las Baleares de 1990, aquí obviamente infringido).
– Modificación de los artículos 69, 74 y 67 del Libro III de la Compilación de 1990 citada. Dicho Libro III contiene las disposiciones relativas a Ibiza y Formentera. Se modifican los citados artículos sin ton ni son, sin orden, sin explicitar ni argumentar los motivos o el porqué y sin acudir a la consulta y audiencia a los estamentos jurídicos de las Pitiusas.
– Ignorancia culpable de no conocer la jerarquía normativa y el orden de fuentes (artículo 1-párrafo 2º de la Compilación de 1990): la costumbre es fuente interpretativa de primer orden, y por supuesto esa costumbre solamente puede y debe ser la costumbre insular. La de las Pitiusas, no la mallorquina.
•Una historia del señor K. Tomada del conjunto de ´Historias del señor K´, dardos agudos de observación social ideados por Bertold Brecht, selecciono aquí la siguiente:
«El señor K. vivía en una casa con pocos vecinos, a los que conocía y trataba. Un día vinieron a por un vecino y se lo llevaron, porque era comunista; el señor K. no se preocupó porque no era comunista. Otro día vinieron a por otro vecino y se lo llevaron, porque era judío; el señor K. estaba tranquilo porque él no era judío. Otro día vinieron a por otro vecino y se lo llevaron, porque era gitano; el señor K. no se angustiaba porque no era gitano. Un buen día, finalmente, vinieron a por el señor K. y se lo llevaron». Hasta aquí la microhistoria de Brecht.
• Unos modos parlamentarios. ¿Bastaría ahora dejar expresa constancia del pintoresquismo de ciertas leyes actuales y de sus modas y modos de hacer parlamentarios, así como del recuerdo del conjunto de hechos básicos habituales en las Pitiusas (esto es, el proceder a la consulta de todos los estamentos jurídicos que pudieren ser afectados por una posible norma)? A la citada praxis real por mí vivida y heredada, merecedora de atención y debida continuidad, se habían sucedido en su día debates parlamentarios intensos al tramitarse el proyecto de ley de reforma de la Compilación de 1961, proyecto convertido en ley en 1990. Proyecto al que se llegaba a través de consultas varias: todo el mundo pudo opinar y dar su voz y/o participar. Eran un conjunto de hábitos saludables que respetaban viejas praxis.
Resulta ahora que todos esos hábitos han saltado por los aires: ni praxis, ni costumbres, ni audiencia, ni nada. Un experto, viejo y sabio, diría: «¡Es el rodillo, tonto!».
Ahora bien, se me revuelve una neurona preguntona, que parece lógico que se cuestionara algunas cosas, como estas: ¿Habráse producido una extraña mutación en la personalidad de los parlamentarios de las Pitiusas, de uno y otro signo político? ¿Habráse dado como un ´tancredismo´ parlamentario pitiuso silencioso, indolente y suicida, ante un obvio empuje decisionista normativo mallorquín? ¿Se podrían diferenciar distintos tipos de personalidad en los habitantes de las Pitiusas, y, claro es, en los pitiusos políticos? ¿Cabría distinguir un colectivo pitiuso concreto dentro de cada sector social y asignarle un determinado rol? ¿Existe o ha existido un imaginario colectivo pitiuso parlamentario? ¿Habrá devenido ese imaginado colectivo parlamentario pitiuso en un nuevo señor K.? Muchas preguntas, que al parecer no tienen respuesta clara.
• Unos recuerdos. El acierto de Miguel Ángel González, columnista de este Diario de Ibiza, al expresar que «la memoria es circular y siempre vuelve a los orígenes», se ha patentizado ante mí cuando desde la ya larga visión de mis años de ejercicio en las Pitiusas uno contempla la perspectiva vivida en estas islas. Perspectiva que inevitablemente lleva a un afloramiento de todo un conjunto de recuerdos muy vivos. Lo que hace ese recuerdo es conducirme –conducirnos– al buen hacer y al esfuerzo de quienes nos precedieron en la tarea enorme de estudiar, divulgar y plasmar por escrito las antiquísimas costumbres pitiusas, tarea que se remonta nada menos que a principios del siglo XX (¿1900, 1910,1920?). Allí, aquí, están los nombres de personajes de estas islas que dieron nombre y forma a nuestro Derecho Foral de Ibiza: Balaguer, Sáez Martínez, Macabich, Costa Ramón, Roig Serra, Cruz Carrasco, y tantos otros.
¿Habrá ahora que silenciar toda esa gigantesca obra, olvidar todo lo que es parte de la piel que envuelve el cuerpo social y del propio ser íntimo de cada habitante de las Pitiusas? ¿Será suficiente sólo postular un merecido agradecimiento a la labor de todos ellos y mantener esos recuerdos en la memoria colectiva? ¿Será más políticamente correcto dejarse llevar –el manfutisme habitual– y el sometimiento a la ley del más fuerte? ¿Habráse convertido el conjunto de las Pitiusas en un rebaño de silenciosos e indolentes pobladores tipo señor K. y estas islas en lugar donde sólo valen las pelas? No puedo ni quiero creer cosa semejante, y, por supuesto, conmigo que no cuenten. Más bien creo fundadamente en la existencia y subsistencia entre nosotros de otras gentes, ¿no habrá otros más del tipo Antonio Marí Calbet, que tengan lo que hay que tener y lo manifiesten y lo pongan encima de la mesa y donde proceda?
• Unas reflexiones finales. Increíblemente, y por extraño que parezca, no he escuchado a nadie entre nosotros que se haya lamentado, quejado o preguntado acerca del aquí denunciado atropello que para el Derecho Foral de Ibiza ha supuesto esta nueva ley ´balear´, que prácticamente se carga una buena parte de dicho Derecho. Me permito ahora, recapitulando, resumir este escrito con unas cuantas preguntas.
– ¿Qué creo acerca de esa Ley 3/2009 y de su posible aceptación en las Pitiusas? Pues conmigo va a ser que no: ¡no con mi consentimiento! Ese buñuelo se lo dejo a quienes lo fabricaron.
– ¿Qué pienso de un hipotético y genérico señor K. pitiuso y de su indolencia? ¿Habrá que recordar aquí el final de la historia de B. Brecht como ejemplo? Pues yo espero y confío en que haya pitiusos menos del tipo indolente Señor K. y más del tipo Antonio Marí Calbet.
– ¿Cuál será la reacción ante el atropello sufrido? Las buenas gentes de las Pitiusas, sean o no juristas, ¿sufrirán ese atropello a su peculiar Derecho Foral y, como efecto, reaccionarán?¿Lo harán sin quejarse?¿No harán caso? ¿Se reirán? ¿No habrá reacción alguna ni individual ni colectiva?
Esto es todo lo que hay. Parece, por lo tanto que es hora de dar fin a este escrito. Una vez más, el recuerdo, los recuerdos, me llevan a una cita personal –histórica– de la transición (Jaca, agosto de 1976) en la que este firmante se enfrentaba al establishment con una dura arenga crítica y la cita de los versos inmortales de Raimon: «¡Diguem no!».
¡Diguem no! Yo digo que no. Pues eso.

Este artículo también ha sido publicado en Diario de Ibiza con el título de Un buñuelo ala mallorquina. José Cerdá Gimeno es notario jubilado.

viernes, 3 de julio de 2009

El problema no es Cataluña, sino los de aquí, por Antonio Alemany




• Hay un pliego de agravios contra Cataluña que viene de lejos que es, si se me permite la expresión, “histórico” y es “histórico” porque es recurrente y es recurrente porque está dentro de la lógica de la geopolítica y de la política a secas. Cataluña, como entidad política, no existe cuando se produce la Conquista de Jaime I ni tampoco existe como entidad soberana cuando el nefasto Pedro IV de Aragón liquida físicamente a nuestros monarcas y a nuestro Reino e inaugura el largo y ominoso periodo de la Deuda como castigo a los mallorquines que pesará durante siglos como una losa sobre nuestra economía y hasta sobre el hambre de los isleños agobiados por las exigencias de los acreedores. No existe Cataluña como entidad soberana ni con Jaime I ni con Pedro IV, pero si existen los catalanes que participan de forma decisiva en la aventura de la Conquista y existen los catalanes que serán los detentadores de la Deuda Pública que agobiará a los mallorquines durante siglos.

• La voluntad anexionista- “imperial” como dice Ucelay da Cal- será una constante histórica como será una constante histórica el rechazo de los mallorquines a unas pretensiones que carecían de todo anclaje político, histórico o de precedentes de dependencia, unión o asociación del Reino de Mallorca con Cataluña. La pretensión catalana sobre las Baleares ha sido, siempre y por ello, mostrenca, rayana en la oficiosidad ridícula. Sigue siéndolo, sólo que, ahora, un factor nuevo plantea las cosas en unos términos especialmente desagradables rayanos en la violencia.

• Y es que siguen los agravios y, por citar a vuela pluma, los más recientes los que se han producido en tiempos de las actuales generaciones. La Universidad Balear se demoró durante años y años por la oposición de la Universidad de Barcelona que negaba cualquier veleidad docente universitaria a Mallorca. En la Guerra Civil, los bombardeos sobre objetivos civiles y la expedición del incompetente Bayo fueron iniciativas, no del gobierno de la República, sino de la Generalitat catalana y en contra de la opinión del Gobierno republicano. La prueba de esta oficiosidad mostrenca que se autoatribuye unos derechos o una tutela y que desconoce por completo la realidad histórica y social mallorquina quedó patente en la “preparación” del desembarco: la aviación de la Generalitat regó Mallorca de panfletos incitando a la rebelión de la población civil en nombre de los “países catalanes” que, por fin, iban a conseguirse gracias a la acción bélica. Confiaba Bayo, incluso, en una “quinta columna” que se pasaría con armas y bagajes. Creo recordar que no pasaron de ocho los que “se pasaron”.

• Cuando las Olimpiadas de Barcelona que financiamos generosa y elegantemente- nadie se lo echó en cara a los catalanes- todos los españoles, Palma solicitó que alguna regata tuviera lugar en el mejor campo de regatas del Mediterráneo, superior a cualquier espacio marítimo catalán y con una experiencia en competición velística a años luz de la experiencia catalana: se negaron en un inelegante gesto de avaricia. Para la conexión del importante gaseoducto y cable eléctrico que nos incorporaba a la red nacional y europea de energía, Tarragona era el sitio idóneo: se negaron las instituciones catalanas, impulsadas por Carod Rovira, el mismo que tiene una sucursal partidista aquí y el mismo que negoció con ETA para que no atentara en Cataluña, importándole un rábano que atentara en el resto de España, incluida Baleares. Tuvimos que acogernos a la hospitalidad valenciana para instalar la conexión gasística y eléctrica. También los catalanes intentaron robar a Valencia la Copa de América- feo gesto- de la misma forma que intentaron cortocircuitar cualquier hipótesis de que Madrid fuera sede de unas futuras Olimpiadas, más feo gesto aún que contrasta con el apoyo y adhesión entusiasta de todos los españoles- madrileños incluidos- a las olimpiadas en Barcelona. O han retrasado todo lo que han podido el AVE Madrid- Valencia. Ahora mismo, se han llevado Spanair con pésimo estilo, dejándonos el marrón de cientos de parados. Y está caliente el desmontaje del hangar de mantenimiento de Iberia en Palma para trasladarlo al aeropuerto de El Prat, volviendo a plantear un serio problema laboral, sin que Antich vea, como ha afirmado el presidente del Sindicato Aéreo de Mantenimiento, “que Cataluña es una enemiga laboral de Baleares”.

• Ya Dante, en la Divina Comedia, tuvo palabras poco amables para los catalanes- creo recordar que los llamó “avari catalani”- y los almogávares no propiciaron precisamente una imagen amable y civilizada de los catalanes, sino bárbara y cruel al Atila style. Pero esta no es la cuestión. La cuestión es que Cataluña en la que, valga la expresión, podríamos llamar su “política exterior”, se comporta como se comportan todos los Estados: con egoísmo. Cataluña ha ido siempre y seguirá yendo a su bolo, defendiendo sus intereses a costa de lo que sea y de quien sea. Ni “países catalanes” ni madre que los parió: ellos. En Baleares tenemos sobradas pruebas, pretéritas y actuales, de este principio rector de los “intereses nacionales” aplicado hasta el paroxismo por una Cataluña que no es diferente a lo que fue en su momento la España Imperial o la Inglaterra de sus tiempos de esplendor.

• Los mallorquines, históricamente, hemos practicado, a su vez, una “política exterior” inteligente de acuerdo con un elemental principio geopolítico: aliáte siempre con el vecino de tu vecino, sobre todo cuando el vecino es más fuerte que tu y tiene veleidades “imperiales”. Por esto nuestra “santa alianza”, geopolíticamente hablando, debe ser el eje Baleares-Valencia-Madrid.

• Sin embargo, lo que perturba esta inteligencia geopolítica no es Cataluña, sino la quinta columna de catalanistas explícitos- PSM, UM y demás- y catalanistas tontos- el PSOE y algunos del PP. La quinta columna se comporta de acuerdo con los principios de todas las quintas columnas: obediencia al que sirven y, en este caso y con frecuencia, al que paga. A los actuales gobernantes- empezando por Antich . pasando por Munar, acabando por Armengol y no hablemos de los catalanistas explícitos- si entran en conflicto los intereses de Cataluña y los intereses de Baleares, primarán siempre los intereses de Cataluña. ¿Alguien ha odio una voz, una sola voz, de protesta por los ataques de Cataluña a los intereses baleares? Silencio. ¿Qué Cataluña nos está desmontando el importante y estratégico sector aéreo? Silencio. ¿Qué Cataluña se lleva los aviones y las compañías y a los parados que les zurzan? Silencio. ¿Qué Cataluña financia toda una quinta columna, algo inédito en el resto de España, para propiciar el anexionismo o integración que proclaman sin rebozo los catalanistas de aquí? Silencio. También el PP- que parece, a veces, integrado por una pandilla de cobardes- ha callado, entre otras razones porque tiene literalmente pánico a los catalanistas de aquí y por esto ha guardado y guarda un silencio ominoso. Pero, al menos, el PP- en lugar de enfrentarse con gallardía a estas auténticas agresiones del catalanismo- ha actuado arteramente largándose del Ramón Llull o de la Eurorregión. Algo es algo.

• Tenemos, señores, una clase política infeudada en el catalanismo o sumisa al catalanismo. Esta es la triste realidad por vez primera en nuestra Historia. Antich, Armengol, Munar, Calvo- y no hablemos del fascio catalanista- no es que callen: están de acuerdo, les parece bien, que nos expolien, que financien a entidades y partidos que aspiran al anexionismo, que se desmonte toda nuestra infraestructura aérea. No son mallorquines, menorquines o ibicencos. Son catalanes, se sienten catalanes, catalanes de Mallorca, Menorca o Ibiza- de momento y para disimular- pero catalanes. Catalanes de los malos, porque no todos los catalanes son así. Lo que no ha conseguido Cataluña en 800 años intentan conseguirlo estos catalanes renegados de su condición balear.
¿Y el PP? No sabe, ni contesta. Calla, sólo calla, siempre calla.

Editorial de Libertad Balear

¿Español? es más fácil estudiarlo en Francia que en Baleares

Fernando Arce, de Calviá (Mallorca), tiene un hijo de 5 años

"No podíamos escolarizar a nuestro hijo en castellano y nos fuimos a Francia"


“No encontramos plaza en castellano en ningún centro de Mallorca, por lo que nos fuimos a vivir a Francia". Fernando Arce, de Calviá, no se opone a que su hijo estudie catalán, pero opina que otras lenguas le serán más útiles en su futuro.

jueves, 2 de julio de 2009

Un chiste sobre un catalanista astuto

Leído en un comentario del blog de Centeno.

Un castellano viaja en un tren. En el departamento en que viaja hace su entrada otro viajero.
- Disculpe. ¿Le importa que viaje en este departamento? Es que soy catalán y a lo mejor tiene usted algo contra los catalanes.
- Entre usted, por favor. No tengo absolutamente nada contra los catalanes.
El hombre deja el equipaje y toma asiento. Al cabo de un rato dice:
- Si no le importa preferiría dormir en la litera inferior. Claro, que como soy catalán…
- Le repito que no tengo nada contra los catalanes. Ocupe la litera inferior
Al cabo de un rato el hombre sigue:
- No tendrá usted inconveniente en que use el lavabo… Pero claro, sabiendo usted que soy catalán a lo mejor…
- Vuelvo a decirle que no tengo ninguna animadversión por los catalanes. ¡Utilice el lavabo, por favor!
Así que nuestro hombre entra en el lavabo y al cabo de un rato se le oye:
-Oiga, olvidé mi cepillo de dientes. ¿Podría usar el suyo? Claro que…
- No, lo siento. El cepillo de dientes no se lo puedo dejar. Considero que es algo de uso estrictamente personal
- ¡Ya sabía yo que era usted un jodido anticatalanista.!