martes, 21 de octubre de 2014

Las grandes mentiras del catalanismo al desnudo

Cataluña como sinónimo de mentira
Por Juan García Sentandreu
Escritor y Jurista*



“Hoy, más de mil años después,
la ambición de la clase política catalana
tiene las mismas aspiraciones feudales
que cuando dependían de la corona carolingia y francesa”.

La Cataluña nacionalista es, toda en sí, una gran mentira. No voy a atreverme a hacer este tipo de manifestaciones sin aportar las correspondientes pruebas. Mi formación y experiencia de jurista me lleva a probar todo lo que digo.

La Cataluña actual es una gran mentira en diversas dimensiones: En una dimensión histórica; en una dimensión lingüística y en una dimensión arquitectónica y heráldica: “la mentira de la “senyera catalana" y la mentira de la Barcelona “histórica”.

1.- LA MENTIRA DE LA CATALUÑA HISTÓRICA

En el año 777, España o Al-Andalus está ocupada prácticamente toda por los árabes. El Califa de Zaragoza, Solimán el Arabí, se ve amenazado por el Emir Abderramán I que pretende apoderarse de Zaragoza, motivo por el que solicita el apoyo del rey franco, Carlomagno, a cambio de firmar un pacto de “marcar” los territorios Carolingios (la Francia actual) y los del Imperio de Al-Andalus de Hispania. Con este pacto, Carlomagno cruza los pirineos hacia el sur y amplia sus dominios en Hispania (por ello la “Marca Hispánica”), en este lado de la cordillera Pirenaica, y a demás crear una serie de fortalezas militares con el fin de frenar el avance Musulmán hacia lo que es la Francia actual.

Aprovechando Carlomagno el pacto con el Califa Solimán el Arabí, conquista a los musulmanes las plazas de Gerona, Barcelona, Urgell, Besalú, Conflent, los Valles y así hasta nueve condados. Estos condados formaron la conocida como “Marca Hispánica” franco-carolingia y fue gobernada por Carlomagno y sus descendiente en la corona francesa desde el año 801 hasta que el rey de Francia, Luis IX, firmara el Tratado de Corbeil con el Rey de Aragón, Jaime I, en el año 1258, momento en que estos condados franceses (hoy Cataluña) que formaban la

domingo, 19 de octubre de 2014

Defensa de “lo nostro”, por Jorge Campos

 

Por: Jorge Campos el 16 octubre 2014 | Comentar
Los Estatutos de las Autonomías con dos lenguas reconocen la cooficialidad de las lenguas regionales junto a la lengua común de la nación, que según la Constitución, es el castellano o español. Como sucede en el de la Comunidad Valenciana que reconoce como lengua cooficial el valenciano, cuando, según los uniformizadores de la “unidad lingüística del catalán”, tendría que denominarse “catalán”, que es cómo se ha denominado, absurdamente y sin consultar al pueblo, a nuestro mallorquín, menorquín, e ibicenco, en el actual Estatuto balear.
“El nombre de la lengua no es importante”, decían y dicen. Pero ese fue el pistoletazo de salida para la posterior catalanización, subvencionada, de Baleares. A través de la lengua. A través del catalán.
Yo no soy filólogo, ni pretendo enseñar a nadie, pero en la Fundación Círculo Balear desde hace más de 10 años, contamos con filólogos y lingüistas titulados que realizan interesantes trabajos al respecto, que no caen en la dictadura normativista del catalán estándar, por ser ésta contraria a nuestra identidad lingüística y a nuestra verdadera historia. Sólo queremos apoyar una manera de escribir utilizando nuestras palabras, dichos y giros. Así, trasladamos a las autoridades las reivindicaciones de una importante parte de la población que no acepta las imposiciones catalanistas que provocan la pérdida de nuestra auténtica forma de hablar, que hemos recibido de nuestros antepasados.
Los catalanistas no entienden que para que los mallorquines, menorquines e ibicencos apreciemos la lengua, primero tenemos que sentirla como nuestra, y nosotros sentimos el catalán como una lengua hermana, no como la madre de la lengua balear. Por eso reivindicamos que en Baleares se hable y escriba empleando todas las palabras mallorquinas, menorquinas, e ibicencas posibles, para que se escuchen, reconozcan y respeten.
Nuestras “modalidades insulares” tienen suficiente entidad desde el punto de vista histórico, filológico, lingüístico y cultural como para no tener que estar sometidas a un catalán estándar que, precisamente, acaba con la protección que en teoría exige nuestro estatuto de autonomía en su artículo 35. Queremos que los niños de Baleares puedan aprender la lengua y la historia de Baleares sin manipulaciones ni tergiversaciones pancatalanistas.
Como dijo el escritor mallorquín Llorenç Villalonga: “Estamos convencidos de que nuestra identidad no peligra frente al castellano ni el inglés, pero sí frente al catalán”.

domingo, 5 de octubre de 2014

¿Por qué balear y no catalán? Carlos Delgado Truyols


La lengua. Primero voy a enumerar las razones por las que creo que debemos defender la absoluta independencia del balear respecto del catalán, para terminar explicando el por qué de dicha denominación. Pero antes de empezar, también aquí quiero hacer una importantísima aclaración previa: La importancia de la opinión vertida en este artículo en relación al tema de la lengua no radica en quien la emite, puesto que yo les aseguro que no estoy capacitado para ponerme al nivel de los filólogos que tienen los estudios necesarios para hablar con autoridad de este tema.
La verdadera importancia radica en los perversos intereses políticos y económicos que se hallan detrás de todo esto y cuya arma fundamental es la imposición de la lengua catalana. Pero esto no es nuevo. Estamos en un proceso iniciado hace unos cien años, continuado en los últimos años gracias a los principales partidos políticos (incluido el mío, PP) y que culminará, si no reaccionamos, dentro de unos veinte años, cuando ya nada se podrá hacer por la verdadera lengua de esta tierra, porque los políticos de turno, los colegios, los institutos y la Universidad habrán culminado el proceso. Conviene destacar aquí unas palabras pronunciadas a principios del siglo pasado por el Presidente de la Diputació de Barcelona y, más tarde, de la Mancomunitat de Catalunya, D. Enric Prat de la Riba: “… hagamos como los ingleses con su Gran

La inmersión lingüística y el pensamiento mágico, por Sonia Sierra

¿Alguien puede creer que unos alumnos que no reciben ni una hora de una lengua en Educación Infantil, tan solo dos en primaria y tres en secundaria, pueden tener mejor conocimiento de esa lengua que otros que reciben la práctica totalidad de su educación en ella? Pues, aunque parezca mentira, en Cataluña, gran parte de la población, está convencida de ello.
No se trata, por supuesto, de una creencia espontánea, sino que forma parte de un argumentario creado desde el poder y que repiten la gran mayoría de los partidos que forman parte del Parlamento catalán, desde CiU hasta la CUP. Para avalar tan peregrina afirmación recurren a supuestas pruebas objetivas como PISA o la Evaluación General de Diagnóstico, y no tienen ningún tipo de reparo en falsear la realidad para ello. Así, mientras que desde la Generalitat de Cataluña se han firmado informes y se han hecho declaraciones en los que se manifiesta que, según los resultados de PISA de 2006 y 2009, el alumnado catalán obtiene unos resultados lingüísticos superiores a la media española, en marzo de 2012, Joaquim Prats Cuevas -ex responsable del informe PISA en esta Comunidad Autónoma y ex presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de la Generalitat- reconoció ante la Comisión de